¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE CONSUMIR DE PRODUCTOS DE TEMPORADA?
A menudo solemos pensar que los productos de temporada son simplemente una moda pasajera o una elección gourmet. Sin embargo, detrás de esta práctica hay beneficios significativos que impactan nuestra salud, el medio ambiente y la economía local. Optar por alimentos frescos y disponibles en su época óptima no solo realza los sabores y los nutrientes, sino que también nos conecta con ciclos naturales y prácticas agrícolas sostenibles.
Consumir productos de temporada es esencial para disfrutar de alimentos más nutritivos y sabrosos, reducir el impacto ambiental y apoyar la economía local. Además, promueve una dieta variada y disminuye el uso de pesticidas y conservantes.
A la hora de hacer la compra, sabemos que puede resultar un poco complicado decidir porque productos decantarnos, ya que hoy en día, existen cantidad de orígenes y variedades diferentes de productos, pero nosotros recomendamos las de origen local.
A continuación, te presentamos cuatro razones por las que es mejor consumir productos de temporada:
4 razones para consumir productos de temporada
- Aprovechar al máximo los nutrientes de los alimentos según la época del año: Cada estación trae consigo alimentos con propiedades nutritivas específicas que se alinean con las necesidades de nuestro cuerpo en ese momento. Durante el invierno, cuando las temperaturas son bajas y la luz solar es escasa, el cuerpo requiere más nutrientes y vitamina C para mantener el sistema inmunológico fuerte. En esta temporada, es ideal consumir verduras como puerros, coles y espinacas, que son ricas en minerales esenciales como el hierro y el calcio, así como frutas cítricas como naranjas, mandarinas y caquis, que aportan una dosis saludable de vitamina C y antioxidantes. Estos nutrientes ayudan a combatir los resfriados comunes y a mantener la energía durante los días más fríos.
En cambio, en verano, con el aumento de las temperaturas, es crucial mantenerse hidratado y consumir alimentos que sean refrescantes y ligeros. Los alimentos de alto contenido acuoso y bajo en calorías, como sandías, melones, tomates y calabacines, son perfectos para esta época del año. Estas frutas y verduras no solo ayudan a mantener el cuerpo hidratado, sino que también proporcionan vitaminas y minerales esenciales que se pierden a través del sudor, como el potasio y el magnesio.
- Apoyar la producción local: Preferir productos de temporada no solo beneficia tu salud, sino también el entorno local y el medioambiente en general. Al optar por alimentos producidos localmente, contribuyes directamente al sustento de los agricultores y productores de tu región. Esto fortalece la economía local y promueve prácticas agrícolas sostenibles que respetan los ciclos naturales de cultivo.
Puedes identificar fácilmente estos productos en el supermercado observando su origen y disponibilidad estacional. Los alimentos ecológicos y locales son menos propensos a requerir el uso de invernaderos industriales, que a menudo consumen grandes cantidades de recursos y energía. Además, los productos locales suelen ser más frescos porque no necesitan recorrer largas distancias para llegar a tu mesa, lo que también reduce la necesidad de conservantes y empaques adicionales.
- Conservación del medioambiente: Las frutas y verduras importadas fuera de temporada suelen ser transportadas largas distancias por avión, barco o camión, lo cual genera una considerable huella ambiental debido a las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, para preservar estos productos durante el transporte, se utilizan conservantes químicos que pueden ser perjudiciales para la salud y el medioambiente.
Consumir localmente y según la temporada reduce la necesidad de estos métodos de conservación, así como el uso de combustibles fósiles para el transporte. Al adquirir productos directamente del productor o en mercados locales, también se reduce significativamente el uso de envases plásticos y la producción de residuos, contribuyendo a un planeta más limpio y sostenible. Esta práctica no solo minimiza la contaminación, sino que también fomenta la biodiversidad al promover la diversidad de cultivos locales.
- Minimizar el desperdicio alimentario: El desperdicio alimentario es un problema grave en nuestra cadena alimentaria globalizada. Muchos alimentos son descartados durante el proceso de producción debido a normas estéticas innecesarias, a pesar de mantener su valor nutricional intacto. Optar por alimentos de temporada y locales ayuda a reducir este desperdicio, ya que estos productos suelen estar más frescos y tienen menos probabilidad de ser desechados debido a su mejor adaptación al entorno de producción.
Además, elegir productos ecológicos promueve el uso integral de los alimentos, ya que no contienen productos químicos que puedan afectar su consumo completo. Esto permite aprovechar todas las partes del alimento, incluidas las que usualmente se descartan, como la piel de las manzanas y de las zanahorias, o las hojas de la coliflor y del brócoli, que contienen tantas vitaminas y minerales como las partes usualmente consumidas. Es fundamental planificar nuestras compras con conciencia para minimizar cualquier exceso que pueda llevar al desperdicio de alimentos y contribuir a un sistema alimentario más sostenible y eficiente.
Por este motivo, si consumes verduras y frutas de producción local y de temporada o directamente del agricultor, reduces el desperdicio alimentario. Para seguir minimizando el desperdicio alimentario puedes consumir verduras y frutas ecológicas, que no contienen plaguicidas ni fertilizantes sintéticos y te permiten poder aprovechar todas sus partes, incluidas, por ejemplo, la piel de las manzanas y de las zanahorias; o las hojas de la coliflor y del brócoli, que tienen tantas vitaminas y minerales como las partes usualmente consumidas, ya sea en crudo o cocinadas. Además, como los productos ecológicos suelen ser un poco más caros que los convencionales, es más importante la planificación y buen aprovechamiento de todas sus partes.
¿CÓMO IDENTIFICAR CADA PRODUCTO SEGÚN SU TEMPORADA?
Identificar los productos de temporada puede parecer una tarea compleja al principio, pero con un poco de práctica y atención, se convierte en una habilidad muy valiosa para aprovechar al máximo sus beneficios. Aquí te presentamos algunos consejos para identificar los productos según su temporada:
1. Consultar calendarios de temporada: Aquí te dejamos uno.
Muchos recursos en línea y en supermercados locales ofrecen calendarios que indican qué frutas y verduras están en su mejor momento cada mes. Estos calendarios suelen ser específicos para cada región, por lo que es importante buscar información relevante a tu zona geográfica. Los mercados locales y los agricultores también son excelentes fuentes de información sobre la disponibilidad estacional de los productos.
2. Observar los precios: Los productos de temporada suelen ser más baratos debido a su abundancia y a los menores costos de producción y transporte. Si notas que el precio de una fruta o verdura es inusualmente bajo, es probable que esté en temporada. Por el contrario, los productos fuera de temporada tienden a ser más caros debido a los costos adicionales de importación y conservación.
3. Visitar mercados de agricultores: Los mercados de agricultores son excelentes lugares para encontrar productos de temporada, ya que los vendedores suelen ofrecer productos cosechados recientemente y que no han sido sometidos a largos procesos de transporte o conservación. Al comprar directamente a los agricultores, también puedes preguntarles sobre las mejores épocas para consumir cada producto y obtener recomendaciones sobre cómo prepararlos y conservarlos.
4. Revisar las etiquetas de origen: En los supermercados, revisar las etiquetas de origen de los productos puede darte una buena idea de su estacionalidad. Los productos locales son más propensos a estar en temporada, mientras que los productos importados pueden no serlo. Las etiquetas que indican «cultivado localmente» o «de producción regional» son señales de que el producto es de temporada.
5. Aprender a reconocer las señales de frescura: Los productos de temporada tienden a ser más frescos y de mejor calidad. Observa la apariencia, el color y el olor de las frutas y verduras. Los productos frescos suelen tener colores vivos, texturas firmes y un aroma agradable. Evita los productos que parezcan marchitos, descoloridos o que tengan un olor desagradable, ya que estos son signos de que no están en su mejor momento.
6. Seguir las recetas y tradiciones locales: Las recetas tradicionales y la cocina local a menudo reflejan la disponibilidad estacional de los ingredientes. Prestar atención a los platos típicos de cada temporada puede darte pistas sobre qué productos están en su mejor momento. Por ejemplo, las sopas y guisos de invierno suelen incluir verduras de raíz y coles, mientras que las ensaladas de verano están llenas de tomates, pepinos y pimientos frescos.
En Food Tambre, nos aseguramos de mantener la calidad desde el principio, compramos el producto de temporada a nuestros proveedores locales. ¿Quieres saber más sobre nosotros? Te lo contamos aquí.